Esa música que siempre escucho cuando llego a Sel de la Carrera, al pie de los últimos cuatro kilómetros, que me transporta a lo más íntimo de mí. Al igual que cuando llego a los semáforos de Los Caños, o cuando estoy en el mejor lugar del mundo.
Esa otra canción que siempre sentí como mi favorita y me transporta a amores de juventud.
Aquella melodía que me recuerda a mi padre, aunque nunca la escuché con él, pero me enlaza a él donde quiera que esté.
La canción que me gusta cantar al oído, la voz que me gusta entre susurros y sábanas aún adormecida.
El ritmo del heavy metal, el son del estilo brasileiro, el golpe beat, las notas clásicas...y otros y otras...
todas son las músicas de mi ánimo, y son fundamentales en los rincones de mi vida.
Corner of the Earth, Hotel California, el Adagio, ACDC, Iron Maiden, María Creuza, The Beatles, Bach, Mozart, Haendel, Tchaikovski, Tomara, Sade...GorilaZ, Guns and Roses, Silvio, Bebel Gilberto, Kiko Veneno, Jill Scott, Bob Marley, La Quinta Estación, Jamiroquai, Henry Mancini, Ennio Morricone, Tequila, Mago de Oz, SFDK, Aretha Franklin, Radio Tarifa, todos los que participan en la banda sonora de Granujas a todo ritmo, tangos, jazzzzzzzzzzzz.
Mejor lo dejo aquí. Os propongo Didjerama en el título para quien se atreva con algo inquietante y acogedor sin embargo, como la lluvia maravillosa.
Ponte música!
*Ellos no lo sabrán, pero les dedico este escrito de hoy a mi cuñada porque es su santo y a Manu porque es su cumpleaños...13!!!
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