Mi madre es muy sabia

Pienso que siempre hay que esperar, aunque también que es mejor no hacerlo pasivamente. La espera activa puede traer recompensas maravillosas, de un "al fin me toca" a "me lo he ganado", hay un abismo de autoestima de la que da salud mental.

Mi madre dice que algún día tendré lo que merezco, yo, mala hija, le respondo "espero que no sea una muerte dulce". Pobre madre, confía en verme algún día satisfecha con mi vida y con mis sueños materializándose y yo le salgo con que no me creo ná.

Pero este escepticismo sobre el futuro, mi futuro, no es desesperanzado, y huelga decir que no se fundamenta en la pasividad. No sé porqué pienso así, con la certeza de que tengo que contentarme con estar sana de cuerpo y mente, con la seguridad de que sólo puedo ser feliz en los demás. Por una parte es decepcionante porque desde pequeño te crean tantas expectativas con la vida, que crees que puedes pedirle desde algo hasta mucho (ilimitado). Por otra parte es interesante disfrutar de lo ajeno sin responsabilidad, a voluntad, siempre que te lo permitan (limitación). Finalmente es vacío porque es laisez faire, laisez pasé; carpe diem; alea iacta es; let it be...no me gusta nada.

Mamá, espero y deseo que tu pedazo del gran espejo de la razón que cayó del cielo y cada uno cogimos un trozo, sea más grande y más hermoso que el mío. Seguro que sí, porque mi madre es muy sabia.